País de realidades
Jorwen Rodríguez.- Apreciados lectores, en estos meses habrán notado mi ausencia, mi silencio en este PAÍS DE RUMORES que me ha abierto tantas puertas y me ha cerrado otras, el peso de la crítica y el argumento es una carga que como profesional yo he asumido intrínsecamente, yo soy periodista y aunque a muchos no les guste, no hago equilibrio ni ejerzo censura, no complazco al poder y mi línea editorial no tiene precio.
He de confesar que el silencio pueden traducirlo en hartazgo, no encuentro inspiración en el repudio nauseabundo que me produce la situación detestable por la que atraviesa el país, sea Maduro, la MUD o cualquier otra instancia de alcahuetería y hecatombe no quiero seguir agotándolos con la abundante y profana queja de nuestra orfandad como nación.
He decidido contarles historias inspiradoras, lecciones con nombres y apellidos, las razones de nuestra gente, sus motivaciones, sus ganas, pasiones y desaciertos, seguiré hablando del país… De un PAÍS DE REALIDADES
En los próximos meses daré cuenta de mis luciérnagas a plena luz del día (así he decidido llamarles), esa gente que por cosas de Dios y del destino se me han atravesado en el trayecto de mi formación, abofeteándome y despertándome inquietudes, emociones, sentimientos encontrados. Esas personas que merecen espacio en nuestros medios, no por una pretensión de utopía o negación de la fatídica circunstancia que nos aqueja, sí por un compromiso con la noticia que no ha de ser siempre un obituario, por el contrario, debemos ser difusores de los sobrevivientes, eso en lo que nos hemos convertido todos los venezolanos.
Nos seguiremos leyendo...
