OPINIÓN: Maduro se llevó los pollos

  
Según Jorge Roig, presidente de fedecámaras, Caracas es la ciudad “más abastecida” pese a ello, algunos productos registran un déficit que supera el 65%.


Jorwen Rodríguez.-  En medio de tanta implosión y un sol apabullante, en la ciudad de Maracaibo detrás de un desvencijado edificio se erige con sátira y comicidad un grafiti desenfadado que acusa al presidente de la república de una barbarie “Maduro se llevó los pollos” 

 Imagínese usted, Maracaibo se ha convertido en el epicentro de la decadencia producto de la crisis nacional. Basura desmembrada por cada rincón del casco central, apagones infernales en medio de la tardes, fallas constantes en el suministro de combustible. Mientras el sol desparrama la frente de sus habitantes, en cada esquina, abasto, tienda o supermercado una cola emerge, son los tan publicitados “bachaqueros” o una masa de ciudadanía con la necesidad de sufrir el vejamen del inclemente calor marabino a la espera de poder comprar unos cuantos productos alimenticios a precio regulado.

 En el otro extremo de la pared la frase acusatoria la completa “Maduro devaluador” con ambas, se señala al presidente de responsable absoluto en el desdén de la economía venezolana. Según cifras no oficiales, existen rubros alimenticios donde la escasez es mayor al 80%, en otros casos, lo preocupante es el constante aumento del precio en los llamados “productos regulados” la inflación recrudece con el pasar de los meses. La política implementada por el gobierno nacional para garantizar el “abastecimiento seguro” no es más que un fracaso propagandístico cuyos resultados no reflejan un avance en pro de resolver la problemática. 

 La escasez se agudiza cuando se trata de productos de limpieza y aseo personal, champú, talco, desodorante y líquidos en spray para uso corporal o higiene del hogar, desaparecieron sin dejar rastros de los anaqueles de las grandes cadenas de supermercado. Según Jorge Roig, presidente de fedecámaras, Caracas es la ciudad “más abastecida” pese a ello, algunos productos registran un déficit que supera el 65%.  
Ante la notoriedad de la crisis, la posición del gobierno y en especial del Presidente Maduro ha sido responsabilizar a la empresa privada y confabular una gesta en contra de la fulana “guerra económica” que según su versión, es la verdadera y única responsable del descontinuado sistema de abastecimiento alimenticio.
     - Maduro hasta cuándo? - ¿Qué quieres tú que yo haga? 

Es la famosa respuesta del presidente ante cualquier exigencia de rendición de cuentas y no, no es que yo crea que como dice el grafiti Maduro sea el responsable del hurto o la desaparición de los productos avícolas en Maracaibo, Valencia, Maturín y Puerto Ordaz ni mucho menos, quizá su irresponsabilidad si juegue un papel determinante en el fracaso de las políticas gubernamentales que solo son una traba para todos los sectores productivos del país. Aquella piscina de dólares de la que tanto alardeaba el difunto Chávez se convirtió en un charco que pocos pueden pisar, a discreción de las políticas cambiarias que son el carnaval especulativo donde propios y ajenos hacen su “agosto” con la repartición de divisas. Sumada al desastre portuario donde los registros de nacionalización de mercancía son costosísimos y retardados además de una ascendente inflación de precios para la cual poco o nada se ha hecho en afán de detenerla.

 La caída estrepitosa de los precios del petróleo amenaza y vislumbra un 2015 con una inflación de tres cifras, mientras en lo que va del año el Banco Central no ha escatimado en maquillajes surrealistas para presentar escuetos números sobre la realidad económica del país. Maduro se empecina en responsabilizar a los bachaqueros y a los buhoneros de cómplices en la corruptela del sobre precio y el contrabando de extracción. Por cierto que si hablamos de contrabando, lo único evidente durante estos meses es la complicidad mercenaria de la guardia nacional en el mercado de la frontera para el contrabando de productos de primera necesidad del país hacia Colombia.

 Mientras en Maracaibo el sudor remoja las frentes y las espaldas de la ciudadanía y las colas enternecen el ataviado tráfico de una ciudad que siempre huele a alboroto, revuelo y desazón ya sea por un apagón eléctrico o por falta de gasolina, detrás de aquel desvencijado edificio se mantiene firme el satírico grafiti que acusa al presidente de ladrón o irresponsable. Maduro se llevó los pollos, la leche, el jabón en polvo, la pasta de dientes, el desodorante y el pueblo entre en las piernas con la política económica fracasada de un gobierno que se tambalea en el trapecio de un modelo ideológico que va repartiendo miseria con falsas promesas de progreso, y que poco interés y voluntad a demostrado en favor de solventar las calamidades del pueblo venezolano. 

 Maduro, devuelve los pollos chico!

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