Olvidados por Eliana Pineda

Columna de la periodista Eliana Pineda en el sitio web del Diario La Verdad Del Zulia

Opinión- La Verdad web.- La tarde maracucha es cálida de lenta brisa, apenas se mueven las hojas de los estoicos árboles de níspero, mango y caujíl. Es un mediodía quieto, lento, seducido por un sol severo y desconsiderado, negado a marcharse con su intensidad a otra parte, a ocultarse y de una vez partir a otros territorios, lejanos, remotos, donde no castigue tanto su intemperancia. También por estos lados andamos así, agobiados, renuentes, cansados, golpeados, inmersos en un desanimo permanente, envueltos en emociones derrumbadas, sin que nada novedoso sorprenda, impacte y posibilite dejar a un lado esta atmósfera brumosa y de difícil recuerdo. Este clima convaleciente evidencia olvido, indiferencia, parsimonia, letargo. 

Nos estamos quedando atrás y el Universo entero no conspira para ayudarnos y esperar por nosotros. Estamos quedando alejados de períodos contundentes de renovaciones, reformas, expansión y prosperidad que dinamizan con energía avasallante a naciones cercanas como Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y República Dominicana, que con todo y sus debilidades se transforman, crecen, viven y conviven instantes dinámicos, vibrantes y álgidos con economías prósperas, operativas en constante movimiento, mientras que en estos parajes, los venezolanos cada vez amanecemos más pobres, golpeados por la vida, convirtiéndonos apresuradamente de ciudadanos en simples andantes, sobrevivientes de una etapa crítica y alarmante. Investigaciones recientes revelan que esta nación se quedó estatizada en un momento de la historia y en la actualidad figuramos entre las regiones de menor desarrollo socioeconómico. 

Cargando en nuestras espaldas más de dos décadas de miserable desempeño gubernamental, sólo superando en el territorio latinoamericano a países como Nicaragua, Haití y Guyana, el resto de naciones ha tenido mejor desenvolvimiento con resultados óptimos y adecuados en sus economías y actividad social. Si nos comparamos con los países del este asiático, la apreciación es lamentable, hace 25 años éramos tan ricos como los japoneses, Singapur y Corea. Hoy, Japón nos triplica en producto por persona y cada vez es superior su calidad de vida con todo y tsunamis y terremotos incluidos.

 Hemos quedado sólo en recuerdos, sin trabajo, alimentos, medicinas e informalizados, la cantidad de desempleados e individuos en el sector informal es un récord sin precedentes que condena al ocio o acciones sospechosas, con precios inaccesibles, destrucción del salario real, deterioro de los servicios de salud, agua y luz, extinción de la clase media, azotados por la delincuencia, deterioro institucional, desestimulo en la inversión educativa, alejados del industria y la producción agrícola, los turistas no se acuerdan de Canaima, el teleférico y las playas margariteñas. Estamos olvidados, quedándonos atrás con sol y calor infernal, caminando en dirección opuesta al mundo y su acontecer.