"Es bella" y qué?
En la vida algunos momentos
de película se anhelan por la simple razón de evadir la realidad. Salir a la
calle, transitar un boulevard escasamente iluminado o sentarse solo en una
esquina a tomarse un café ¿Quién puede privarse de eso? Merodeando a su
alrededor cuanta gente pasa, va y viene. A diario nos cruzamos en el camino de
cientos de personas, cada uno con su historia, cada uno como es.
Te detienes en medio del
tráfico rutinario y te encuentras con una sonrisa, un destello de luz
impredecible, un tropiezo, una mirada de reojo. En una fiesta alguien te
presenta, saludas, conoces y se repite lo mismo, otra sonrisa, otra fortuita
coincidencia ¿Quién sabe? A unos les pasa en una fiesta, en un clase, una
reunión, en el transporte o con la novia del mejor amigo.
Esa sonrisa parece
estacionarse sin permiso alguno en el subconsciente como musa que materializa
el pensamiento y se empieza a alojar en el sistema límbico haciendo eco en cada
una de las emociones ¿Qué pasa? Y entonces involuntariamente pronuncias la
frase que será el principio de todo “Es bella" y qué?
Buscando alguna estrategia o
método de conquista revisas en tu conciencia un acento que te lleva desde lo
romántico, lo gótico, satírico, hasta lo impredecible ¿Qué haces pensándola tanto?
¿Qué haces buscándola tanto? Son interrogantes que insisten en obtener una
respuesta. Pero, el amor no es racional y la ley de atracción tampoco, se
estacionó y parece que piensa quedarse.
Y se queda, aparece al mediodía
en un mensaje de texto o en la mañana con unos buenos días inesperados, se atraviesa
su sonrisa en cada espacio hueco de la mente, insistes en buscar alguna
imperfección ante el plano general de un atractivo paraíso, delineas cada
curvatura de sus labios y ¡Coño! Te estás pasando, desatas una admiración consciente por ella y
ella puede convertirse en tu musa.
La musa empieza a tocar
puertas y a dejar pasar el viento por las ventanas, la inspiración se aproxima
incluso cuando ella no está. Es cierto, la estoy pensando, intento explicarles
que pasa cuando ella aparece, le comento a un amigo que es desconcertante lo
que está pasando y sigo buscando respuestas.
Intento escapar de una
burbuja en la que ella involuntariamente me encierra, ayer momentáneamente decidí
no enviarle, no procurarla, no gestionar que se desborden mis emociones ¡Al
diablo todo! No han pasado 24 horas desde que la racionalidad intenta abatir
mis instintos y saben qué? Falló, a veces es muy fría, tanto como puede ser un
iceberg y de repente, me abriga de su propia temperatura ¿Entienden? Es más
complicado de lo que creen, pero me gusta, es una musa exquisitamente extraña,
si, lo es.
Me detengo y me tomo un té,
esta noche voy a obviar la cafeína porque evidentemente no quería alargar el
insomnio, transpiro mi inspiración y a la vez mi incongruencia, intento saber
si lo que hice fue lo correcto. Mis ataques de sinceridad son bastante
irracionales, desmedidos, inesperados, sobrios y a veces etílicos, bastantes
problemas me he ganado y este, es uno de ellos.
En medio de la nada y a la
vez de todo intento solucionar este asunto, me gusta la musa, me inspira, me aísla
y a la vez me intimida, me abruma. Me acostumbré a su inesperada sonrisa, a
mirarla de reojo, a escribirle cuanta incoherencia pensara y a leer también las
de ellas, hoy no me llegó su mensaje y mañana quizás yo tampoco le envíe.
Acepto que estoy perdido en un laberinto de ella, de mi musa y que simplemente empezó porque "es bella" y qué?.