EDITORIAL | La razón que nos une, Venezuela
Ha pasado más de una semana desde que en definitiva, un monstruo llamado pueblo y hecho país, despertó con la convicción de querer lograr un cambio político, acompañados de manos blancas llenas de esperanza, rabia, amor y desenfreno que buscan construir un mejor país, un país de futuro, es el grito ensordecedor de “Estudiantes” que levantó el polvorín en un gentilicio que no parece resignarse, y aunque los gases, las balas, los perdigones y la indolencia nos han dejado almas perdidas, en jóvenes, héroes, valientes, hoy la fuerza y la serenidad acompañan una lucha que se hace incansable, porque es la lucha de todos, es por la libertad, es por lo nuestro.
El jueves se nos fue tío Simón, aquel, aquel potro patas negras de trines tan marmoleñas hace unos días se murió ¿Por qué? ¿Por qué ahora? Simón era una avenida donde cabíamos todos los venezolanos, un hombre que nació con el salto Ángel tatuado en el rostro, Simón se fue y nos dejó la sabana, ni siquiera logramos abarrotar las calles para darte gracias, Gracias tío Simón! Pero es que en la calle estamos luchando por tus tonadas, por tus letras, por Venezuela, esa a la que siempre le cantabas, caballo viejo.
En País de Rumores no hemos descansado en la búsqueda de noticias de último momento, dejamos de converger en opiniones para convertirnos en una ventana informativa de lo que el blackout y las imposiciones editoriales piensan callar, somos un pequeño gran equipo, Daniel Montiel, Carolina Barceló, Francisco Oviedo, Génesis Barrios y Jorwen Rodríguez, liderados por las convicciones del periodismo valiente y la democracia, acompañamos esta lucha no sólo desde lo que podemos decirles, sino también en las calles, con la gente.
No está demás decirles que rechazamos todo acto vandálico o de violencia que empañe el libre ejercicio del derecho, de la protesta, de la libertad de expresarnos, nuestro apoyo es irrestricto a los compañeros estudiantes, a la gente en la calle, al país entero, desde País de Rumores seguiremos intentando informarles, no vamos a desistir, la lucha debe saberse y la paz se consigue con la libertad, la libertad sin condiciones para todos, con un mismo objetivo, con una misma razón, la razón que nos une, Venezuela.
Por eso América: si quieres la paz, trabaja por la justicia. Si quieres la justicia defiende la vida. Si quieres la vida, abraza la verdad. Juan Pablo II
El jueves se nos fue tío Simón, aquel, aquel potro patas negras de trines tan marmoleñas hace unos días se murió ¿Por qué? ¿Por qué ahora? Simón era una avenida donde cabíamos todos los venezolanos, un hombre que nació con el salto Ángel tatuado en el rostro, Simón se fue y nos dejó la sabana, ni siquiera logramos abarrotar las calles para darte gracias, Gracias tío Simón! Pero es que en la calle estamos luchando por tus tonadas, por tus letras, por Venezuela, esa a la que siempre le cantabas, caballo viejo.
En País de Rumores no hemos descansado en la búsqueda de noticias de último momento, dejamos de converger en opiniones para convertirnos en una ventana informativa de lo que el blackout y las imposiciones editoriales piensan callar, somos un pequeño gran equipo, Daniel Montiel, Carolina Barceló, Francisco Oviedo, Génesis Barrios y Jorwen Rodríguez, liderados por las convicciones del periodismo valiente y la democracia, acompañamos esta lucha no sólo desde lo que podemos decirles, sino también en las calles, con la gente.
No está demás decirles que rechazamos todo acto vandálico o de violencia que empañe el libre ejercicio del derecho, de la protesta, de la libertad de expresarnos, nuestro apoyo es irrestricto a los compañeros estudiantes, a la gente en la calle, al país entero, desde País de Rumores seguiremos intentando informarles, no vamos a desistir, la lucha debe saberse y la paz se consigue con la libertad, la libertad sin condiciones para todos, con un mismo objetivo, con una misma razón, la razón que nos une, Venezuela.
Por eso América: si quieres la paz, trabaja por la justicia. Si quieres la justicia defiende la vida. Si quieres la vida, abraza la verdad. Juan Pablo II
