Con mi cerveza no te metas


El venezolano como todo ser viviente se rige bajo la ley de supervivencia de Darwin, y es que si en este país no te adaptas y evolucionas sería imposible pasar otro día en esta territorio hostil. Hemos sabido sobrepasar las largas colas, todo con el fin de poder obtener ese tan preciado beneficio del "producto regulado" las altas temperaturas en Maracaibo, la gente de mal humor y los cada vez más abundantes impedimentos en los supermercados ya no representan un gran desafío, hemos evolucionado, ya nos estamos acostumbrando a vivir sin tener que comer religiosamente una arepita todos los días en el desayuno, en estas navidades ya no nos parece un sacrificio tener que reducir a la mitad las hallacas, todo con el fin de alargar la existencia de nuestro "oro en polvo". 

¿No hay Cocacola? o ¿cada día esta más costosa? Bueno tomamos Nestea o en su defecto agua. ¿Estas navidades el niño Jesús no va a llegar o si llega lo hará retrasado? Los más pequeños de la casa tendrán que entender que la situación no da para menos y que por eso al niño Jesús no le alcanzaron los dólares para comprar regalo para todo mundo.

La pinta al estilo Hollywood este año tendrá que esperar porque dinero... DINERO NO HAY! Y es que entre todas las cosas que brillan por su ausencia el dinero es el que llega y se va más rápido.
Sin embargo a pesar de todos los problemas nos hemos adaptado a esta "nueva Venezuela". Las quejas por las largas colas, la crisis y la escasez son cada vez más inexistentes, todo se ha reducido a consignas por Twitter con la frase que nunca puede faltar "pero tenemos patria".

Pero ¿Qué pasa cuando la crisis afecta a nuestro corazón, a nuestro patrimonio, al oxígeno de nuestra alma?... y no, no me refiero a nada cultural, político o religioso. Esta vez la crisis esta llegando a nuestro oro líquido... y otra vez no, no me refiero al petróleo, hablo de nada más y nada menos que de la CERVEZA. La querida cerveza, indispensable para algunos, el sabor de la fiesta para otros... y para un grupo más reducido un mal necesario.

Estas navidades la Catira y el Oso tienen que dar algunas explicaciones y es que chico te puedes meter con la patria, con mi país y hasta con mi dignidad ¡Pero con mi cerveza no te metas!

¿Que no vino el niño Jesús? ¿la harina no alcanzó para las hallacas? ¿No se encontró la gallina para la ensalada? No importa... ¿pero la cerveza? No hay navidad sin una bien fria.

Entradas populares de este blog

Muere nieto del empresario Omar Camero en un accidente aéreo

Vinotinto.