Presos de la Basura

La cotidianidad de la realidad venezolana nos invita a converger en un mar de problemas y calamidades que nos hace ignorar algunas cosas y nos sumerge en la indolencia de la que también somos presos, esas pequeñeces que a veces o siempre pasamos por alto se convierten en un punto abcesario de podredumbre y suciedad acumulada y desde hace tiempo atrás en nuestras calles acumulamos lamentos, protestas, inseguridad, colas, apagones y tristemente una peste llamada BASURA.

Basta recorrer cualquier calle, vía o avenida del país para darnos cuenta de cuanta decadencia convive a diario con nosotros, el pueblo sin ley, sin gobierno y no sólo hablo del nacional ni del oficialismo ni la oposición, hablo de todos de quienes olvidaron que su labor es servir y de quienes olvidamos que nuestro deber es exigirles que sirvan, es cuestión de higiene, sanidad y pulcritud, es aberrante, degradante, contaminante que ahora a parte de tolerar nuestras diferencias nos toque tolerar la peste acumulada en nuestras calles.

La basura se adueñó de las aceras y locales, de las plazas de nuestra cotidianidad, es que dentro de nuestras calamidades, de estos síntomas de epidemia llamada sociedad entonces también están las bolsas, los desechos orgánicos o no, estamos invadidos de peste, no somos capaces de protestar contra esto porque de la basura somos víctimas pero también victimarios.

Queremos ser los primeros y sí, el gobierno ha hecho grandes aportes para que seamos los primeros, los primeros en lo peor de todo, en delincuencia, corrupción, inflación y ahora contaminación.¿Que tanto hemos explotado lo que queda de país? Minería, hidrocarburos,.perforación, petróleo, abandono de nuestros bosques y parques, comercialización con los recursos naturales, eso, nos convirtió en un país millonario pero muy pobre, muy sucio, lleno de basura y de basuras también, de pestes y calamidades. Esta es la peor parte de la epidemia de ser venezolanos.

La indolencia, el abandono, la ignorancia y estupidez se están acumulando en nuestras entrañas tanto como la basura en nuestras calles.

¿Como es esto posible? Un país millonario que no es capaz de costear un servicio de aseo urbano decente, un proyecto de reciclaje de separación de desechos orgánicos e inorgánicos, estamos dejando de ser humanos, nos hablan de ahorro energético pero ¿como? El problema es cultural, es educativo la epidemia incluye una guerra a la ecología y al reciclaje, acumulamos basura como acumulamos problemas. Otro triste capitulo en la historia de ser venezolanos.

Sí, tal vez estamos así porque a nadie le importa porque otras pestes nos aberran a diario el olfato, tal vez estamos así porque dentro de tantos problemas, la basura, la peste es el más insignificante, pero sí ni siquiera podemos controlar la basura, que es tarea individual y a la vez colectiva, tampoco podremos controlar la constante podredumbre de la sociedad venezolana que vive la epidemia de la indolencia en un país tercermundista donde estamos presos, presos de las cosas que decidimos ignorar por considerarlas insignificantes.