Un respiro.

Cualquiera vive exhausto en un país tan convulso como el nuestro, aquí los sucesos son de todo índole, valiendome de la retórica "los sucesos nunca dejan de suceder" aquí abundan las noticias incluso en.un tanto complicado para escoger un titular cuando todo nos afecta, pero estos últimos meses y estoy hablando desde enero de 2012 el país pasó de ser una sala de partos a una sala de espera donde constantemente estamos predispuestos y en alerta ante cualquier hecho relevante, y en ese sentido el destino muestra su bondad con saña para nosotros, la historia va demasiado rápido el país avanza demasiado rápido parece mentira que la historia contemporánea nos obligue a abandonar aquel feedback que podíamos hacer con el siglo XIX o XX los hechos de entonces parecían premeditados de década en década© avances culturales, sociales, tecnológicos, políticos y económicos que prácticamente nacían en pausa porque era necesario vivir su desarrollo para lograr entenderlos.

Pero estos ¿Qué está pasando? Alguna vez reflexionando con mi yo interno, mi conciencia y mi karma logré entender que la realidad, es eso, realidad que tarde o temprano nos alcanza. El mundo globalizado, se calienta, vivimos una constante revolución y ésta vez no hablo de política, hablo de una revolución imperante, propia, nuestra, donde cada uno quiere avanzar al hecho, queremos saber más, ser más y.poder hacer más en menos tiempo y tal vez eso nos esté llevando al abismo ¿Quién puede adelantarse al tiempo sin abortar algún hecho? Tal parece que queremos ver frutos cuando ni siquiera hemos sembrado la semilla, cultivado el árbol.

Basta ver como va nuestra sociedad, incluso nosotros mismos cada vez admiramos más a los viejos, porque los viejos vivieron el tiempo y nosotros que aún no llegamos y ni siquiera sabemos sí vamos a llegar queremos estar ahí, permanecer en el tiempo joven pero contar historias de viejos, viajes, tertulias, fracasos, victorias, contar de aquellos amores que cambiaron los signos de puntuación en esa historia y sentarnos a reflexionar el porqué el pasado no regresa.

Todo parece que mientras más vivimos no añoramos el tiempo ni siquiera el pasado, vivimos un convulso presente donde lo prematuro apremia nuestra vida, nos dedicamos a esperar el tiempo que acerque el futuro porque es lo más parecido a lo que queremos ser, pero no hemos llegado hasta allá y no llegaremos mientras no añoremos el tiempo real de lo que vivimos y lo que estamos viviendo, parece que nuestro foco está hacia lo que estamos por vivir y no en lo que vivimos.

¿por qué ésta reflexión? Porque nos estamos haciendo viejos, sí, y estamos pasando el tiempo en vano pensando en lo que viene en lo que falta por vivir y no hacemos el menor esfuerzo por documentar lo que hasta ahora estamos viviendo, porque mañana ésta será la historia que contemos a nuestros hijos cuando ellos quieran ser viejos y sean jóvenes.

No me queda la menor duda de que el país a muchos nos robó la vida ¿y como no? El país es la vida, pero debemos detenernos y dar un respiro, incluso hasta ahora, que dormí, que pensé, que detuve por un instante el tiempo para hacer feedback con lo que pasó ayer y lo que está pasando hoy y dejé de pensar en lo que podría pasar mañana o en lo que yo quiero que pase, entonces es ahí cuando me detengo a valorar el paso de la historia que encuentro lo que tanto busque, un poquito de cordura, de razón, sensatez y coherencia, para poder hacer y escribir ésta reflexión, que también es catarsis, pero es mi yo, es mi karma.

 La realidad, el avance, lo rápido que se nos va el país, lo apresurado del paso de la historia, nos robó el tiempo, la vida, la cordura y la respiración, nos transformó en segundos y nos volvimos bestias que con o sin razón sólo escupíamos desencuentros, rabia, desilusión y frustración, volvimos a tener síntomas de la epidemia de odio y eso nos llevó al desgaste, moral, psicológico y emocional hasta que reventamos algunos en un volcán de lágrimas y sentimientos que tiene causa, razón y nombre de mujer Venezuela.

Un respiro, todos necesitamos respirar de nuevo detener el tiempo hacer un feedback recíproco entre lo malo y lo bueno y darle premura a la vida misma, al sentido mismo, volver a la tranquilidad, a la calma así la preocupación nos apremie, pongamos puntos y comas donde sea necesario. Escuchemos música, veamos televisión y cambiemos el.noticiero así sea un día, leamos un libro,

Escuchemos los latidos del corazón, lo que dicta la buena conciencia, volvamos a darle espacio a la conexión sana con el sistema limbico, regalamos abrazos, dediquémonos a amar un ratico, no basta sólo con amar a la patria, dejemos espacio para amar a la mujer que al final ellas también nos quitan el sueño, nos roban el aliento y la respiración, tengamos un momento de respiro, de contacto humano con el aire, tratemos de huir pronto de la sociedad convulsionada, hagamos la preocupación a un lado por un instante con tranquilidad, pronto que tarde después del respiro, eso que es, la realidad, nos volverá a alcanzar. Nuestra única opción es la fe

Este vital aliento que respiro, que parece la vida que sustento, Cuando con presuroso y presto aliento, el fuego ardiente que me hiela suspiro. FRANCISCO DE LA TORRE       

Comentarios

Entradas populares de este blog

Muere nieto del empresario Omar Camero en un accidente aéreo

Vinotinto.