¿Somos un Gueto?
Transitando por esa gran avenida de desencuentros que es la realidad venezolana, me encuentro no sólo atrapado entre el caos vehicular desaforado por los radicales y la espontaneidad de los auto convocados que contribuyen a desmembrar la mala planificación urbana de un país tercermundista, que entre sus gritos y reclamos aunque legítimos, en algunos casos les “montan” una barricada con el pensamiento sesgado tal cual como los indiferentes o quienes afirman que aquí “no está pasando nada”. El presidente de la república ¡Bien, gracias! Contribuye en el desdén de los extremos, pues entre calificativos de chuckys, fascistas y asesinos, el mandatario llama a su adversario al respeto y la paz tentado por un dialogo, que más allá de ser profundo es un “mamotreto” propagandístico para auto lavarse la cara, juego para el cual algunos factores de “oposición” se prestan y es que claro ¿Cómo el tipo va a ser un dictador si recibe a la disidencia y los escucha en el palacio de gobierno? M...